En medio de este avivamiento (¿o diríamos pseudo avivamiento?) espiritual que está ocurriendo en el mundo cristiano, y que ha venido a nosotros a través de la televisión cristiana, o lo que podemos observar en nuestro propio país; hay un punto que me preocupa y quisiera compartirlo con ustedes. De todas maneras, siempre va a ser una bendición que la palabra de Dios llegue a todo el orbe, ya sea a través de la iglesia misionera, la radio, la televisión; la Iglesia debe cumplir el mandato de Jesús…, “la gran comisión”, ese es nuestro propósito, nuestra visión, alcanzar a los perdidos; el asunto es, el cómo lo hacemos, y porque no decirlo quienes “deben hacerlo”.
Para avanzar hacia el tópico de este comentario, deseo compartir con Ustedes un pasaje de las escrituras que siempre me ha conmovido y obviamente tiene mucho que decir, en especial a aquellos que deseamos fervientemente hacer la voluntad de nuestro Padre celestial, aquí va:
“Entonces dije: ¡Ay de mí! Que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los Ejércitos.
Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;
Y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.
Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí”
Isaías 6: 5 -8
Impresionante, ¿no? Es estremecedora la pregunta, de igual forma la respuesta.
Isaías era un “vaso” que deseaba ser usado:
La condición:
Dios lo santificó, limpió y purificó, y por lo tanto lo dejó apto para comenzar una visión profética mesiánica que es de nuestro conocimiento “traería el verdadero avivamiento a la tierra”
Setecientos años después, tenemos a otro hombre usado por Dios, de singulares características ya que era el anunciador y proclamador del deseado de todas las naciones. Juan se refirió a Jesús de la siguiente forma:
“ Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento, pero EL que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; EL os bautizará en Espíritu Santo y fuego”
Mateo 3:11
Ahora trasladémonos a un lugar muy especial, hay una muchedumbre, un predicador, no hay púlpito ni sillas, sin embargo el predicador es especial, y es EL quien embellece el lugar y el paisaje; sus palabras dan vida, sus palabras son de autoridad, lo reconocían como aquel que: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre! (Juan 7:46).
Sí, es El, es Jesús de Nazaret. La multitud oye, pero sólo una mujer no se resistió ante tal sabiduría, amor y poder, y entre la multitud su voz se hace oír, grita:
“Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste…, la respuesta es inmediata: “Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan”
La condición:
Oír la palabra de Dios, guardarla en nuestros corazones, la palabra obedecida, la palabra puesta en acción. Esa palabra obedecida y vivida en nuestras vidas, es lo que provoca el verdadero avivamiento en cada creyente, es la palabra la que nos hace limpios, tal como se lo dijera Jesús a sus amigos; una ves limpios en agua (la palabra) y Espíritu estaremos preparados para cumplir con el propósito de la Iglesia aquí en la tierra: Predicar el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo, continuar la obra del maestro;
“Cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles” (1ª Pe 1: 12)
La condición:
Ser lleno del Espíritu Santo (Lucas 4: 1-14). Jesús siendo el hijo de Dios necesitó ser lleno del Espíritu santo, los apóstoles necesitaron ser llenos del Espíritu Santo, Pablo, necesitaba ser lleno del Espíritu…, y nosotros, ahora y aquí, necesitamos ser llenos del Espíritu Santo.
Pero, ¡atención! Esto no es sencillamente convertirse en cristiano y recibir el Espíritu Santo como depósito garantizando nuestra salvación. La Biblia utiliza muchas maneras distintas para definir este “ser lleno” pero no es la clasificación lo que importa, sino lo que realmente sucede, es decir, estando llenos del Espíritu Santo y guardando la palabra viva en nuestras vidas, “somos capacitados para hacer la voluntad de Dios y para ser discípulos verdaderos de nuestro Señor Jesucristo”
El evento mas espectacular acontecido en mi vida fue mi conversión, tenía 17 años, recibí a Cristo en mi vida y se quedó para siempre y por siempre, la palabra de Dios y el Espíritu Santo derrumbaron mi antigua vida, y todas las cosas fueron hechas nuevas para mí…, mis pecados habían sido perdonados, y…, lógico hubo fiesta en el cielo, y fiesta en mi corazón. Conocer a Cristo es fascinante, y la forma en que su palabra ha marcado mi destino también; compartiré alguna de ellas que han sido un derrotero fiel y seguro para mi vida:
“¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra”
Salmo 119: 9
“Procura con diligencia presentarte ante Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”
2ª Timoteo 2:15
Y que opinan de Gálatas 5: 16 al 19? Y de Gálatas 5: 22 -23?
Es el fruto del Espíritu, prueba irrefutable de que está EL, ahí, en mi corazón;
Yo lo llamo el “Diamante de nueve caras” joya preciosa que debe ostentar genuinamente todo creyente, ¡no se aceptan imitaciones! Contemos los prismas de nuestro diamante, las arras del Espíritu: “Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”
Bueno, me he devorado la Biblia, y he aprendido a amar a personas muy especiales que un día espero conocerlas, aparte de nuestro amado Dios, al que un día veremos cara a cara. No puedo dejar atrás pasajes tan especiales que se encuentran en el libro de Jeremías 9: 23 – 24:
“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.
Más alábese es esto el que se hubiere de alabar; en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”
Y ciertamente, esta es mi gloria y mi alegría, no es mi condición, es el Omnipotente viviendo en mí.
Esto marca la diferencia:
“Saber discernir entre lo santo y lo profano, entre lo inmundo y lo limpio” (Levítico 10:10, El pecado de Nadab y Abiú)
Ezequiel 44: 23
“Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio”
Ahora vayamos a pasear por la “Senda antigua” ¿De qué se trata? ¿Es un barniz exterior? ¿O cantar himnos antiguos, o las hermanas usar moño, como fue la moda en el 1920? Bueno debe haber un equilibrio entre lo interno y lo que proyectamos al exterior, pero el discernimiento no se basa tan sólo en lo que vestimos o como nos peinamos…, mejor revisemos las escrituras:
Jeremías 6:16:
“Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad, por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino y andad por él, y hallareis descanso para vuestra alma…”
Isaías 35: 8:
“Y habrá calzada y camino, y será llamado camino de santidad; no pasará inmundo por él, sino que EL mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará”
Que certera es la palabra, conoce muy bien Dios a los que transitan por su camino, no lo podemos engañar.
Te invito ahora a mirar tu corazón, a la luz de su palabra, la luz de su Espíritu… ¿qué descubres?
- Temor de Dios
- Celo de Jehová
Son palabras que tienes que conocer. El libro de Romanos 12: 2, nos revela algo fundamental para nuestro caminar con Dios:
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”
“Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo”
2ª Corintios 10:5
Es una buena receta, para que permanezca y prevalezca el hombre o la mujer espiritual que hay en nosotros. Y somos nosotros, los que constituimos la Iglesia de Jesucristo, no me refiero a la Iglesia como Organización, sino como Organismo viviente, cuya cabeza es Cristo.
¿Cuál es el problema detectado y que debemos denunciar?, hoy por hoy, observamos una iglesia tibia, y lo que es peor una Iglesia contaminada que no sabe discernir entre lo santo y lo profano, entre lo inmundo y lo limpio; y es la iglesia contaminada lo que está estancando el genuino y verdadero avivamiento; las siguientes anomalías están presentes y debemos erradicarlas de nuestras iglesias:
§ La tibieza espiritual
§ La inmoralidad o el pecado escondido ante los hombres, no ante Dios
§ El descuido de la palabra de Dios, el no escudriñarla ni practicarla
Ahora te toca elegir, qué deseas hacer ante el inminente llamado de Jesucristo; EL dijo, la mies es mucha y son pocos los obreros. Responderás como el Profeta Isaías o, ¿falta algo que hacer en tu vida? Pablo en 2ª de Corintios 4: 7 señala lo siguiente acerca de nosotros y es muy interesante:
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros…”
Nos queda absolutamente claro cual es nuestra condición, “Vasos” y vasos de barro, pero llenos de tesoros del cielo, para que no haya jactancia alguna en nosotros, no podemos robarle la gloria a EL
Un vaso:
Para ir concluyendo e ir hacia nuestra elección, se dice que nuestra vida es como “un vaso para beber”; está hecha para ser llena y usada. Hemos sido creados para “contener a Dios”
Tenemos que ser canales para su Espíritu Santo aquí en la tierra, no como un tubo de desagüe, sino como un depósito que contiene suficiente como para cubrir toda necesidad en que se requiere la VIDA y el PODER de DIOS.
Te presento los siguientes vasos:
- Un vaso sucio y manchado:
¡Nunca darías un vaso así a alguien que necesita beber! El vaso necesita ser limpiado a fondo y enjuagarlo antes de poderlo usar. Mucha gente no conoce el poder del Espíritu Santo dentro de ellos porque su vida es como un vaso sucio, necesitan urgentemente ser limpios antes de poder ser llenos, porque el Espíritu Santo es agua pura y limpia. Muchos no desean obedecer a la palabra de Dios, éstos nunca van a poder ser usados por Dios, no puede ser un vaso digno alguien que su vida sea inmoral, adulterio, fornicación, promiscuidad sexual. El mundo con su humanismo secular nos está consumiendo con su pensamiento que dista mucho del pensamiento de Dios.
Nunca soñarías en darle a alguien de beber en un vaso agrietado. Probablemente tirarías el vaso, pero…, Dios nunca haría eso! ¿Sabes?
¡EL sana las grietas!
Mucha gente se siente incapaz de abrirse a nadie porque están agudamente conscientes de sus grietas. La vida y las circunstancias muchas veces les han dado golpes severos.
Dios en su poder, les puede tocar y hacerlos sanos, ilesos, sin grietas. (Mateo 9:12)
Jesús sanó a aquellos que tenían la vida agrietada, es decir, aquellos que sufrían enfermedad, dolor, soledad, daño, rechazo. El ahora quiere traer sanidad a tu vida y perdón a través del poder de la cruz; y luego quiere llenarnos con su vida y poder por medio del Espíritu Santo para continuar el ministerio de Jesús en nuestros días (Juan 14:2)
Por supuesto, nunca puedes llenar un vaso que está invertido todo el tiempo. Es necesario que nosotros abramos nuestros corazones y nuestras mentes para que Dios nos llene.
Necesitamos estar receptivos, no cerrados a EL. Jesús no forzará su entrada en nuestra vida.
Conclusión:
Los vasos son hechos para ser llenos. Un vaso que nunca ha contenido líquido, nunca ha realizado el “Propósito” para el cual fue hecho. Nosotros también somos hechos para ser llenos. La gente nunca ha conocido el poder y la plenitud de Dios por medio del Espíritu Santo en su vida, de la misma manera que nunca ha llevado a cabo “El Propósito para el cual fueron creados”
Amigos, amigas ¿desean elegir? O ya están, en el eterno propósito de Dios para vuestras vidas? Si es así ¡Felicitaciones!
Y ahora…,¿puedes oír la voz de Dios?
¿A QUIEN ENVIARÉ, Y QUIÉN IRÁ POR NOSOTROS?
ENTONCES RESPONDÍ YO:
¡HEME AQUÍ, ENVÍAME A MÍ!
¡Sí. Yo respondo con todo mi corazón, por favor envíame a mí!
Alicia